Bienvenid@s a My own Arcadia

Me pareció una buena idea asociar el mito de la Arcadia a este blog dedicado a la enfermedad de Parkinson para reivindicar el optimismo necesario para que podamos seguir disfrutando al máximo de nuestra propia vida dentro de las posibilidades de cada un@ y en cada momento.

Nuestra propia Arcadia (My onw Arcadia) la tenemos que construir dentro y alrededor de nosotros mismos con aquellos que amamos y que nos aman.

miércoles, 28 de abril de 2010

“Otelo” de William Shakespeare

Acto Cuarto
Escena Primera
Delante del castillo
Entran OTELO e IAGO
IAGO.- ¿Podéis pensar así?
OTELO.- Pienso así, Iago.
IAGO.- ¡Qué! Darse un beso en la intimidad...
OTELO.- Un beso que nada autoriza.
IAGO.- O estarse desnuda en el lecho con su amigo una hora o más, no supone malicia alguna.
OTELO.- ¿Desnuda en el lecho, Iago, y sin malicia alguna? ¡Eso es usar de hipocresía con el diablo! ¡Los
que tienen intenciones virtuosas, y no obstante, obran así, el diablo tienta su virtud y ellos tientan al cielo!
IAGO.- Si nada hacen, es un desliz venial; ahora, si doy a mi mujer un pañuelo...
OTELO.- Bien, ¿qué?
IAGO.- Pues que es de ella, señor; y, siendo suyo, pienso que puede darlo a quien le plazca.
OTELO.- También es guardiana de su honor. ¿Puede entregarlo?
IAGO.- ¡Su honor es una esencia que no se ve! A menudo ocurre que quienes lo poseen no lo tienen. Pero
en cuanto al pañuelo...
OTELO.- ¡Por el cielo! De buena gana lo hubiera olvidado... Me dijiste -¡Oh, esto viene a mi memoria
como el cuervo a una casa infectada, presagiando desdicha a todos!-, me dijiste que tenía él mi pañuelo.
IAGO.- Sí, ¿y qué hay con eso?
OTELO.- Nada bueno, pues.
IAGO.- Y ¿qué sería si os dijera que le había visto ultrajaros? ¿O que le oí decir -pues hay tres bribones
que, cuando con sus solicitaciones importunas o sus comedias de pasión han persuadido o ablandado a
alguna dama, no pueden por menos de divulgar lo que debían callarse-...
OTELO.- ¿Ha dicho alguna cosa?
IAGO.- Sí, mi señor; pero no más que pueda desmentir; estad seguro de ello.
OTELO.- ¿Qué dijo?
IAGO.- Pues que había.... no sé qué había hecho.
OTELO.- ¿Qué? ¿Qué?
IAGO.- Que se había acostado...
OTELO.- ¿Con ella?
IAGO.- Con ella, o encima de ella, como queráis...
OTELO.- ¡Acostado con ella! ¡Acostado encima de ella!... ¡Dormido con ella!... ¡Eso es asqueroso!... ¡El
pañuelo!... ¡Confesiones!... ¡El pañuelo! ¡Que confiese y sea ahorcado por su trabajo!... ¡Que sea ahorcado
primero, y que confiese después!... ¡Tiemblo al pensarlo!. ¡La naturaleza no se dejaría invadir por la sola
sombra de una pasión sin algún fundamento! ¡No son vanas palabras las que así me estremecen! ¡Puf!... ¡Sus
narices, sus orejas, sus labios!... ¿Es posible?... ¡Confesión!... ¡El pañuelo!... ¡Oh, demonio!... (Cae en
convulsiones.)
IAGO.- ¡Opera, medicina mía, opera! ¡Así se atrapa a los tontos crédulos! ¡Y así pierden fama y honra
muchas damas castas y dignas!- ¿Qué hay? ¡Eh! ¡Mi señor! ¡Mi señor, digo! ¡Otelo!


Hic sunt leones

domingo, 18 de abril de 2010

Parkinson a pie de calle

Sin la pretensión de impartir clases magistrales ni de ofrecer soluciones milagrosas, el pasado viernes se reunieron en Aljucer (Murcia) un grupo de amigos que comparten el mismo interés por las problemáticas que genera la enfermedad de Parkinson (algunos "agremiados" y otros simplemente familiares o amigos).
Todos juntos disfrutamos de un emotivo documental preparado por los amigos de Bicisolidaria (organizadores del acto y anfitriones maravillosos).
A continuación pudimos comprobar las muchas caras del Parkinson a través del libro viajero ya famoso y luego como se percibe la llegada en la familia del "indeseado inquilino" con los ojos de un niño.
En un ambiente relajado y participativo se terminó descubriendo que es mejor "estar afectado por" que "ser enfermo de", que los cambios en la "sociedad" empiezan por uno mismo y por cambiar su entorno mas proximo, que el 25 de abril hay que ir a correr por el Parkinson (que además tendrá premio) y que el color de unas corbatas tiene un impacto directo en la puntualidad de las personas......
Pido venia por no poder adjuntar un testimonio gráfico, no obstante llevara conmigo dos cámaras de fotos.
Cuando estás disfrutando de unos momentos tan agradables en compañía, lo demás a veces se olvida.
En cuanto consiga algunas fotos de algunos de los asistentes las publicaré.
Actualización: primeras imágenes recibidas

lunes, 12 de abril de 2010

No hay escusa que valga

Pequeño manual de escusas NO validas para evitar de participar a tu carrera por el Parkinson mas próxima.

No estoy en forma para correr.
Lo mas importante es tu presencia. También puedes caminar o pedir a algunos de los voluntarios presentes que te ayuden.
Correrá el que pueda y quiera.
Lo verdaderamente importante es participar.


No se con quien dejar a los niños.
Los niños donde mejor estarán es con sus padres.
Llévalos contigo y participareis juntos en una jornada deportiva, educativa y festiva.
No os la podéis perder.


No tengo nada para ponerme.
El chándal de marca al ultimo grito no es requisito indispensable.
Seguro que con un poco de ingenio y fantasía encuentras algo idóneo para la ocasión.
Siempre encontrarás algún fondo de armario que lucir.


No me atrevo a venir solo.
Esta es una muy buena razón para involucrar tus colegas de trabajo o de estudio, compañeros de equipo deportivo, de tu peña, cofradía o asociación.
Acudiendo en grupo la diversión está asegurada.


El recorrido es demasiado largo
Siempre puedes adaptarlo a tus necesidades, ayudarte con los voluntarios o "volar" hacia la meta....


He quedado ya con mis amigas.
¡Estupendo!
Podréis venir un rato todas juntas a la carrera y luego continuáis con vuestros planes.
Media hora de vuestro tiempo es muy importante para nosotros.

Unidos contra el Parkinson

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