Dialogo sopra i due massimi sistemi

Se hace camino al andar

• Salvatio: ... Dime ahora: Supongamos tener una superficie plana, lisa como un espejo y hecha de una material duro como el acero. Que no está horizontal sino inclinada. Y sobre ella se coloca una bolita perfectamente esférica de un material duro y pesado como el bronce. ¿A tu modo de ver, qué sucede cuando soltamos la bolita?
• Simplicio: No puedo creer que la bolita permanezca en reposo; al contrario, estoy seguro de que rodaría espontáneamente hacia abajo ...
• Salvatio: ¿Y por cuánto tiempo permanecería rodando hacia abajo? ¿Y cuan rápidamente lo haría? Recuerda que yo hablé de una bolita perfectamente redonda y con una superficie muy pulida, de manera de evitar impedimentos extremos o accidentales. Análogamente, no tengas en cuenta otros impedimentos que pudieran ser causados por la resistencia del aire o por cualquier otro obstáculo.
• Simplicio: Comprendo perfectamente. Y en respuesta a tu pregunta, digo que la bolita continuaría moviéndose indefinidamente, siempre que estuviera sobre la superficie inclinada. Y lo haría con movimiento uniformemente acelerado.
• Salvatio: Pero si quisiéramos que la bolita se moviera hacia arriba sobre la misma superficie, ¿lo lograríamos?
• Simplicio: No espontáneamente; pero subiría si la empujamos o la lanzamos hacia arriba.
• Salvatio: Y si fuese lanzada con un cierto impulso inicial, ¿cuál seria el movimiento, y de qué amplitud?
• Simplicio: El movimiento sería constantemente frenado, contrario a la tendencia natural y duraría más o menos tiempo según el impulso con el que inicialmente empujamos la bolita y según la inclinación del plano.
• Salvatio: Muy bien. Hasta aquí me has explicado el movimiento en dos planos diferentes. En un plano inclinado hacia abajo, el cuerpo se mueve espontáneamente y desciende, acelerado. Habría que aplicar una fuerza para detenerlo. En el plano inclinado hacia arriba es preciso ejercer cierta fuerza para lanzar el cuerpo y su movimiento disminuye continuamente hasta cesar completamente. Aún para mantenerlo en reposo en un punto dado es necesaria una fuerza.  Dices que en los dos casos surgen diferencias según que la inclinación del plano sea mayor o menor, de manera que un declive más acentuado implica más velocidad cuando el movimiento es hacia abajo; y cuando el movimiento es hacia arriba, para un impulso inicial dado, cuanto menor es la inclinación más tiempo se mueve hacia arriba la bolita.
• Salvatio: Dime ahora, Simplicio, ¿qué le sucedería la misma bolita, si es colocada sobre una superficie horizontal, sin declive alguno?
• Simplicio: En ese caso necesito pensar un instante la respuesta. No habiendo declive hacia abajo, no hay tendencia natural al movimiento. Y no habiendo inclinación hacia arriba, no hay resistencia al movimiento. Me parece entonces que la bolita debería quedar naturalmente en reposo, quieta. No recuerdo bien; hace poco Sagredo me dio a entender que esto es lo que sucedería.
• Salvatio: Estoy de acuerdo con lo que has dicho si es que colocamos la bolita firmemente, quieta inicialmente, sobre la superficie. ¿Pero qué sucede si al depositarla sobre la superficie, le damos un impulso en alguna dirección?
• Simplicio: La bolita debería moverse en esa dirección.
• Salvatio: ¿Pero con qué tipo de movimiento? ¿Sería continuamente acelerado, como cuando el plano estaba inclinado hacia abajo, o continuamente desacelerado, como cuando le dimos un impulso hacia arriba?
• Simplicio: No puedo ver ninguna causa de aceleración o desaceleración si no hay inclinación ni hacia arriba ni hacia abajo.
• Salvatio: Exactamente. Pero si no hay razón para que el movimiento se retarde, todavía hay menos razón para que la bolita se detenga. Por consiguiente ¿Por cuánto tiempo piensas que la bolita continuaría moviéndose?
• Simplicio: Tanto como se extendiese la superficie horizontal.
• Salvatio: Entonces, ¿Si tal espacio fuera ilimitado, el movimiento sería también ilimitado. O sea, perpetuo?
• Simplicio: Me parece que sí, siempre que la bolita estuviera hecha de un material durable.

Facta Non Verba, muy señores míos.

El movimiento se demuestra andando, no hablando.