En alguna ocasión seguramente todos hemos escuchado aquello de "La ley de Murphy" aplicado a algun acontecimiento negativo.
Su enunciado original es el siguiente: "Si algo puede salir mal, saldrá mal."
A partir de aqui se han desarrollado numerosas leyes derivadas y corolarios.
Algunos de ellos de fácil demostración empírica en la vida real ("Los dolores de muelas empiezan siempre los viernes por la noche") otros de mas alto perfil metafísico ("Es inútil hacer cualquier cosa a prueba de tontos, porque los tontos son muy ingeniosos").
El pobre de Murphy acabó pasando a la posteridad como el paladín del pesimismo universal, cuando lo único que se proponía era poner el acento en extremar las medidas de precaución y planificación de riesgos al fin de evitar sus efectos perniciosos en la medida de lo posible.
Una cuantas leyes derivadas las podríamos trasladar sin mucha dificultad a nuestras realidades diarias.
Postulado de Boling: "Si se encuentra bien, no se preocupe. Se le pasará."
Ley de la mentira: "- No importa la frecuencia con que se demuestre que una mentira es falsa. Siempre habrá cierto porcentaje de gente que crea que es verdad."
Otros corolarios: "Si usted explica algo con tanta claridad que nadie lo pueda malinterpretar, no se preocupe, alguien lo hará"
"Si usted hace algo y está seguro de que contará con la aprobación de todo el mundo, a alguien le disgustará"
De aplicación directa al "gremio parkinsoniano" es la filosofía que se deriva del conjunto de leyes y corolarios:
"Sonría. Mañana puede ser peor."
Personalmente me quedo con la siguiente: "No crea en los milagros, confíe en ellos"