Nunca dejes de aprender.
Lo mejores maestros no siempre ejercen sentando cátedra.
A menudo llegan a tu vida disfrazados de amigos, a veces cuales compañeros de viajes accidentales.
Turistas del alma por accidente, nos desvelan misterios sin ellos mismos llegar a entenderlos.
Guardianes dormidos de respuestas mucho tiempo esperadas a preguntas no formuladas.
El tesoro no está todo guardado en el lugar final de nuestro periplo, está diseminado a lo largo de nuestro camino.
En las ultimas dos semanas me dediqué a mirar con mas atención mis pasos, atento a encontrar las "monedas del alma" que el destino había sembrado en mi camino.
Cada moneda, una cara diferente, un año diferente, algunas de nuevo cuño, otras desgastadas por el uso.
Todas igualmente bellas, todas igualmente importantes, todas han pasado a ser parte de mi.
Construyendo nuevos recuerdos a la vez que procuramos mantenerlos.
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