Cuando pensabas tenerlo todo planeado (atado y bien atado decía aquel), justo cuando empezabas a saborear el fruto maduro de tus años de trabajo y sacrificios, ahora que llegaba la hora de la vendimia ...
¿Quien lanzó mis dados en esta ronda?
Vuelta a la casilla de salida, con un nuevo tablero, lleno de imprevistos y con menos oportunidades.
Alguien se quedó mis hoteles en el Paseo del Prado e de la Castellana, en la Gran Via, en Alcalá y en la Puerta del Sol.
Se fueron a pique mis acciones en la compañía del agua y las eléctricas,
Solo me quedan mis queridas estaciones del ferrocarril, cada vez mas viejas y destartaladas, pero que me siguen llevando por los carriles de la vida.
El tren va a salir dentro de unos minutos. Señores viajeros, suban al tren, por favor.
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1 comentario:
No sé por qué ni còmo ni tan siquiera por dònde llegò el dichoso paquete que una tarde fatidica de febrero depositaron a las puertas de mi casa. Pequé de estúpida al pensar que el cartero algo podría decirme del paquete en cuestiòn. Solo me mostro la cara mas amarga , la cara de la resignacion, de tener que aguantarme con ese envio que, al dia de hoy ya pasados 9 años aun creo que fue un equivoco. Y lo peor fue que ese paquete me llegò en el mejor momento de mi vida. En esos momentos en los que estar sano o no no forma parte de tu preocupacion diaria. Te preocupas de vivir, de salir , entrar, de crecer o menguar ... Da igual .... Es curioso como el dichoso paquete nos llega a cada uno en un momento al menos idilico... Ya sea momentos de siembra, de cosecha... El caso es que el paquete es nuestro y hay que Vivir con ello.
Ni decir tiene que me gusta lo que escribes. Saludos Gema
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