Las parejas se quieren "a matar".
También hay amores que "matan".
¿Que pasa si juntamos a la realidad del Parkinson de muchas personas, el deseo natural de algunos de ser reconocidos por un grupo con las personalidades fuertes de otros durante mucho tiempo castigadas por la enfermedad?
¿La relación de poder que se establece entre ellos es multilateral?
¿Es equilibrada o acaba siendo cainita?
¿Hay un leader espiritual, un director de orquesta, un pastor? ¿Se necesita?
Y la parroquia ¿atiende silenciosa o se rebela y descarría? Y en este ultimo caso ¿Que pasa?
Con todas las cautelas del caso y visto desde la ultima fila en el teatro donde se representa la tragedia (en la que todos tenemos un papel a representar tarde o temprano, con mas o menos entusiasmo) se observa un espectáculo sorprendente, por momentos desconcertante, no exento de cierto atractivo "morboso".
Lejos de querer entrar en juicios sobre personas o situaciones, para el neófita en la materia, resulta extremadamente llamativo asistir a unos choques de "titanes" entre núcleos que tienen mucho mas en común que muchos otros y sin embargo no
acaban de unir sus fuerzas.
Mas bien las desgastan en enfrentamientos dialécticos que pueden pasar del nivel académico al "navajazo" sin mediar siquiera transición.
Siempre estaremos a tiempo a darle la culpa al "Perfil PK", a la Dopamina o al Mirapexin. Allí siempre tendremos donde elegir.
¿Pero que tal si por una vez (sin que siente un precedente) nos damos la culpa a nosotros mismos?
Podemos continuar a disentir en los contendidos, pero nadie nos exime de mantener las formas.
"La mujer del Cesar....... "
¿Es necesario recurrir siempre al "cianuro" cada vez que no nos guste "demasiado azúcar"?
¿ Hasta que punto es licito utilizar el "amparo jurídico" de nuestra enfermedad para sacar un "beneficio emocional"?
Torbellino de magabytes enfrentándose en el cyberespacio, duelando al amanecer al ultimo sangre, reanudando puentes por la tarde. A nadie se le olvida que la noche sigue siendo larga, oscura y gravida de nuestros peores miedos.
Y los miedos se vencen mejor en buena compañía.
Obra de teatro en 3 actos "Who's Afraid Of Virginia Woolf?", de Edward Albee.
2 comentarios:
La vida, es un proceso de creación.
Todos nuestros actos están motivados por una de estas emociones:
Amor, o Temor.
Tu eliges.
me reafirmo en lo que dije. Y añado: A nadie podemos culpar de lo que nos sucede,nos viene muy bien tener aun Dios para culparle a el de lo que nos acontece. ¿Cómo podemos pensar, o creer que si hay un Dios, ese Dios que nos ha hecho a imagen y semejanza,que nos dio libre albedrio, que todo lo sabe, nos puede castigar o premiar? No creo que el se dedicara a ese menester, castigar, premiar, juzgar..., estos términos los utilizamos los hombres. Mas bien creo que el estaría conforme con cualquier determinación que tomásemos, sin juzgar si es buena o mala, simplemente estaría como obsevador. Nosotros somos los creadores de nuestra vida. Y para que el libre albedrío funcione el no puede actuar, somos nosotros los grandes actores, los que tenemos que recordar el guión que hemos elegido. Contrario a lo que pensaba hace muchos años,La vida no es una imperfección y si lo fuera, seria perfecto que lo fuera asi.
Un beso, arriba el ánimo.
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