Medio siglo después de los descubrimientos del Premio Nobel Arvid Carlsson sobre la dopamina, que dio pie a un tratamiento de referencia de la enfermedad de Parkinson, los investigadores, a falta de un remedio para curarla, siguen en busca de armas para paliar sus síntomas.
"Creo que el desarrollo de medicamentos tiene un gran futuro, pero tenemos que dar muestras de paciencia", declaró el profesor Carlsson con motivo del séptimo Foro Internacional sobre la enfermedad de Parkinson, celebrado jueves y viernes en París.
El profesor Carlsson deposita muchas esperanzas en el desarrollo de moléculas capaces de mejorar los tratamientos sustitutivos de la carencia de dopamina, de medicamentos "estabilizantes" con efectos más regulados (agonistas dopaminérgicos estabilizadores).
Otra de las pistas apunta a la corrección de los síntomas mediante neurotransmisores diferentes a la dopamina. A modo de ejemplo, el profesor francés Olivier Rascol cita el impacto de la serotonina en el estado anímico
El verdadero desafío para los invertigadores sigue siendo descubrir cómo se puede bloquear o al menos ralentizar la progresión de la enfermedad.
"Nos encontramos en una etapa intermedia" con medicamentos que dan resultados negativos o poco concluyentes, explicó Rascol.
Las células madre y la terapia génica son otras vías que ya se están explorando.
La conclusión es muy dura y descorazonadora.
No por ello menos realista. La via de la dopamina está claramente agotada.
Algunas mejoras se pueden esperar de los agonistas en combinación con inhibidores de vario tipo. No dejan de ser "parches".
Para encaminarse hacia un nuevo premio Nobel, falta acertar entre los tantos que se acaban de empezar el camino que nos lleve a final del túnel, a la salida de este laberinto.
El único pensamiento que me conforta es la certeza ontológica que cada día que pasa estamos un día mas cerca de la meta.
3 comentarios:
¿Te imaginas?
¿Estar en la meta y no verla?
¿Y, si los días no pasaran?
¿Si hoy fuera mañana, y mañana
hoy?
¿Lo puedes imaginar?
Si la solución estuviera delante de nuestras narices y nosotros demasiado ciegos para verla?
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