«Io sono realmente come mi vede lei. — Ma ciò non toglie, cara signora mia, che io non sia anche realmente come mi vede suo marito, mia sorella, mia nipote e la signora qua — … Vi vedo affannati a cercar di sapere chi sono gli altri e le cose come sono, quasi che gli altri e le cose per se stessi fossero così o così».
- Luigi Pirandello -
"Yo soy realmente como me ve Usted. - Sin embargo, querida señora, esto no impide que no sea realmente tal y como me ve su marido, mi hermana, mi nieta o aquella señora allí - ... Os veo empeñados en buscar saber quienes son los demás y que son, como si los demás y las cosas en si mismos fueran de una forma u otra".
En nuestra búsqueda da la verdad, a menudo tenemos la arrogancia intelectual de creer que nuestra capacidad de clasificación nos permita establecer categorías universales, para definir cosa y personas de acuerdo a nuestro modelo cognitivo.
Es fácil y cómodo recurrir a la clasificación.
El es así. Ella siempre ha sido así. Ellos nunca fueron así.
Me permito poner en discusión estos axiomas.
¿Podríamos afirmar que el ser humano no tiene su propia esencia que lo define "a priori" y que solo se convierte el persona bajo la mirada ajena, asumiendo tantos roles y mascaras cuantas son las personas que le observan?
Porque cada uno de nosotros es "Uno, nessuno e centomila"
1 comentario:
"Aprende a dudar"
consejo de un joven llamado Karl Marx
Publicar un comentario