En aras de la modernidad, del diseño y del ahorro, paulatinamente han ido desapareciendo del escenario urbano las cabinas telefónicas, siendo sustituidas por columnas donde cuelgan 2 o hasta 4 teléfonos separados por una pequeña manara transparente.
Con este cambio se fue al garete mucho mas que la intimidad de nuestras conversaciones (para ello tampoco nos preocupa hablar por el móvil en en metro o en el tren abarrotado de gente).
El daño irreparable lo están sufriendo los guionistas cinematográficos.
El pobre de Clark Kent en apuros para cambiarse de ropa cada vez que le necesitemos para salvar el mundo.
Considerado el servicio a la comunidad que presta en calidad de Superman, bien se merece unas cuantas cabinas repartidas por Metropolis.
Trinity estaría ya muerta y enterrada desde los primeros minutos de la película Matrix (quizás hubiese sido mejor para el desarrollo de la película y nos ahorrábamos las dos secuelas).
Misma, o peor suerte, le hubiese tocado a Tippi Hedren sin la posibilidad de ponerse a salvo del ataque de los pájaros mas famosos de la historia del cine.
Incluso nos hubiésemos perdido una película entera con el bueno de José Luis López Vázquez .
El mas listo de todos es el enigmático Doctor Who, quien se construyó una clásica cabina de la Policía inglesa para viajar en el tiempo. Una manera como otra para no llamar la atención al aparecer en cualquier época de la historia. Otros optaron por un mas discreto coche DMC DeLorean...
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