En 1776 Adam Smith escribió su obra "Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones" (o simplemente "La riqueza de las naciones"), por la cual es considerado por muchos especialistas el padre de la Economía Política.Esta obra representa el intento por diferenciar la economía política de la ciencia política, la ética y la jurisprudencia.
Uno de los elementos centrales de la obra es la defensa del mercado competitivo como el mecanismo más eficiente de asignación de recursos, en contraposición a los monopolios.
Los monopolios de todo tipo (económicos, culturales, ideológicos, asociativos, etc.) siempre han conducido al empobrecimiento de la colectividad en beneficio de unos pocos oligarcas.
Trabajar juntos en un proyecto no implica necesariamente anularse y renunciar a nuestra propia aportación personal.
Trabajar "como uno" no requiere "ser uno".
Cualquiera que haya tenido la suerte o la ventura de trabajar en entornos competitivos sabe que los mejores resultados se obtienen integrando las habilidades de todos los miembros de un equipo, sin aniquilarlas debajo de una dirección autoritaria, autarquica y autocrata.
La libertad es un valor que debemos proteger, pero antes, lo debemos entender.
La discusión de las ideas no basta, necesitamos acciones concretas que ayuden al crecimiento de nuestro entorno.
La libertad es entonces, fundamental.
Libertad de tomar nuestras decisiones, sin tutores ni tutelas.
Libertad de mercado sí, libertad de mercado sin monopolios también.
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